Para comear um novo mês, trago novas ideias. Creio que vou começar a praticar uma tradução semanal.
Já lhes apresentei uma primeira, de um texto do prof. Miguel Ángel Santos Guerra e hoje trago a segunda. A proposta é que eu procure um texto por semana, que fale sobre alguma área de interesse, lhe faça a tradução e traga até vocês. Não é uma promessa... é uma tentativa, uma possibilidade que, se existir, farei com prazer.
O texto desta semana, de Miguel Ángel, é aquilo que, pessoalmente, chamo de hino à amizade. Será esse o título que darei ao seu texto. Então, deixo-lhes, iniciaalmente o texto do autor, para, em seguida, mostrar a tradução que faço. Recordo que não sou tradutor juramentado e que, por esse motivo é possível que alguém não concorde muito com a tradução. A todos peço desculpas antecipadas e, principalmente a compreensão para tal!
Eis o original:
Lo que se pretende y se espera de ese día es que
sirva de recordatorio
de la importancia que tiene
la amistad en la vida de las personas / J.
Albiñana
El pasado día veinte de julio se celebró en Argentina, como todos los
años, el Día del Amigo. Una ocasión especial para cruzar el tiempo y el
espacio de mensajes de afecto, de felicitaciones y de regalos. Creo que
la amistad es una de las columnas sobre las que se sostiene nuestro
mundo.
Como sucede con cualquiera de los días conmemorativos, éste encierra
el peligro de hacernos pensar que solo en esa fecha hay que celebrar la
amistad. No tiene por qué ser así. Lo que se pretende y se espera de
ese día es que sirva de recordatorio de la importancia que tiene la
amistad en la vida de las personas y de ocasión para expresar
sentimientos de alegría, de gratitud y de lealtad.
Por otra parte, no hay que olvidar que con esta celebración, como con
muchas otras, el comercio hace en julio su agosto con otro día de
ventas especiales. Todo puede reducirse a compraventas, incluido el
amor, incluida la amistad. Pero ahí está el sentido común para poner las
cosas en su sitio y evitar la trampa.
Me gusta esta celebración. Y abogo porque se instaure en nuestro país.
Creo que la amistad es un eje sobre el que gira la vida de las personas.
Tener amigos y amigas (creo a pie juntillas en la amistad entre un
hombre y una mujer) es uno de los caminos que conducen a la salud
emocional. Contar con amigos y amigas es un componente básico de la
felicidad. Porque un amigo está siempre ahí, por encima del tiempo y del
espacio. El amigo escucha, ayuda, perdona, se alegra del éxito, lamenta
los fracasos, protege, corrige, defiende, acompaña y alienta. Y no
exige nada a cambio. Un amigo está, sobre todo, en la adversidad,
compartiendo el dolor, afrontando la dificultad, superando el desastre.
La amistad tiene también un importante componente social. El
entramado de las relaciones amistosas que existen en la sociedad dan
consistencia moral a la convivencia.
Por ejemplo, los amigos están ofreciendo ayuda en la crisis económica a los sus amigos y amigas que pasan necesidad.
El amigo comparte el dolor. Recuerdo aquella simpática llamada de teléfono que le hacía un chico a su amigo del alma:
– Me he enterado de que te has roto una pierna. Dime, por favor, cuál es, porque me están doliendo las dos.
No son acertadas, a mi juicio, las expresiones «buenos amigos» o «malos
amigos». Porque la primera encierra una redundancia y la segunda una
falsedad. No puede haber malos amigos sino malas compañías. Un amigo,
por definición, es bueno.
Es sorprendente la facilidad con la que se muestran en los medios de comunicación traiciones y deslealtades.
– Pero, esos dos, ¿no eran amigos? ¿Cómo están contando esas intimidades con tanta agresividad?
– Es que les pagan una buena cantidad de dinero por despellejarse en publico.
Le oí contar a mi admirado Manuel Alcántara esta significativa historia
sobre el valor de la amistad. Un hijo le pregunta al padre:
– Papá, ¿cuántos amigos tienes?
– Uno solo, contesta el padre.
– Papá, comenta el hijo, has perdido la vida. Con lo importantes que son
los amigos y solo has podido hacerte con la amistad de una sola
persona. Lo más importante de la vida es tener muchísimos amigos.
– Y tú, ¿cuántos tienes?, pregunta el padre.
– Tengo más de cien amigos.
– ¿Estás seguro de que son auténticos amigos?
– Seguro, papá. Me lo dicen cada día.
El padre le propone al hijo hacer una prueba para comprobar si esas
personas que son sus amigos, lo son de verdad. Matarán un cordero, lo
meterán en un saco de modo que la sangre sea visible y lo meterán en un
saco. El padre le pide al hijo que recorra las casas de sus amigos con
el saco a cuestas, que les diga que ha matado a un niño y que, por
favor, le ayuden a ocultar el cadáver que lleva en el saco y a, sobre
todo, a escapar de la justicia.
Así lo hacen, El hijo acude a la casa del primero de sus amigos cargado con el saco que chorrea sangre.
– He matado a un niño, ayúdame por favor. Déjame entrar en casa para esconder el cadáver.
Y el supuesto amigo le dice:
– Vete de aquí, asesino, desgraciado. No quiero que me implique la justicia.
Acude a la casa de otro de aquellos pretendidos amigos y le expone la
dramática situación por la que atraviesa. Y recibe esta respuesta:
– Si has hecho eso, tú no eres mi amigo. Eres una mala persona, un ser
despreciable. Olvídame. No me vuelvas a dirigir la palabra. Nunca pude
imaginar que fueses capaz de matar a un niño.
Así sucede con todos ellos. Uno tras otro le dan con la puerta en las
narices. Piensa entonces en el único amigo de su padre. Y llega a su
casa con la misma carga sobre los hombros. Repite su fingida y terrible
historia. Y recibe esta respuesta:
– Pasa rápidamente, vamos a enterrar el cadáver en el jardín. Tú te
puedes esconder en casa el tiempo que quieras. Cuenta conmigo para todo
lo que necesites. Ah, y de esto que vamos a hacer, ni una sola palabra a
tu padre.
Ahí está la amistad. No solo en la ayuda sino en la renuncia a ningún
tipo de contraprestación. Porque la amistad no practica el do ut des
sino la generosidad de la ayuda desinteresada y silenciosa.
Ya sé que a la historia se le pueden poner objeciones éticas, pero su finalidad en este caso, es hacer un elogio de la amistad.
Lo difícil no es tener amigos. Lo difícil es saber conservarlos. Para
ello hace falta generosidad, sacrifico y perseverancia. Porque la
amistad es como una planta que si no se cuida, si no se protege de
enfermedades y si no se riega y abona acaba agostándose y muriendo. Hay
que reconocer que la verdad sobre la amistad se demuestra con el tiempo.
¿Cuántas amistades de un verano? ¿Cuántas amistades de un un viaje?
¿Cuántas de un curso? No eran auténticas amistades. El fuego de una
amistad puede perder fulgor, pero siempre deja rescoldo. Basta un
pequeño soplo para avivarlo. Los otros fenómenos son solo fuegos fatuos.
La amistad tiene que cultivarse, tiene que activarse de forma sincera
y constante. Requiere esfuerzo y sacrificio. No es extraño que en
momentos de individualismo, egoísmo, intereses desmedidos,
competitividad y obsesión por la eficacia las amistades sean efímeras y
superficiales.
Pero el esfuerzo que necesita hacer el amigo siempre es placentero.
Nunca olvidaré aquella escena. Un niño lleva sobre sus espaldas a un
amigo mayor que él que se ha roto una pierna. Alguien que los ve le dice
al sufrido portador, viendo el gran esfuerzo que está realizando:
– Pesa, ¿eh?
Y la contestación es un tratado sobre la amistad:
– ¡Qué va, si es mi amigo!
En homenaje al amigo argentino que me ha pedido que escribiera estas
líneas quiero recordar un proverbio chino que siempre me ha gustado
Recorre frecuentemente el camino que lleva al huerto del amigo. De lo
contrario crecerá la hierba y no podrás encontrarlo fácilmente.
Agora, a tradução:
HINO À AMIZADE
“O que se pretende e
que se espera desse dia é que sirva como
um lembrete da importância da amizade
na vida das pessoas”. J. Albiñana
No
último dia 20 de julho foi realizado na Argentina,
como todos os anos, o Dia do Amigo. Uma ocasião
especial para atravessar o tempo
e o espaço de mensagens de
carinho, cartões e presentes. Acredito que a amizade é um dos pilares sobre os quais sustenta o nosso mundo.
Como
acontece com qualquer dia comemorativo, corre-se
o risco dele nos fazer pensar que
só temos essa data para celebrar a
amizade. Não precisa ser assim. O
que se pretende e se espera desse
dia é que ele sirva como um lembrete da
importância da amizade na vida das
pessoas e usado para expressar sentimentos de alegria, gratidão e lealdade.
Além
disso, não devemos esquecer que, com esta celebração, como acontece com muitas
outras, o comércio faz em julho o seu agosto com mais um dia de
vendas especiais. Tudo pode ser reduzido
ao processo de compra e venda, incluindo o amor, inclusive amizade. Mas aqui está o bom senso de colocar as coisas no lugar e evitar a armadilha.
Eu
gosto dessa celebração. E defendo a
sua introdução em nosso país. Eu
acredito que a amizade é um eixo
em torno do qual gira a vida das pessoas. Ter amigos e amigas
(acredito cegamente na amizade entre um homem e uma mulher) é um dos caminhos que levam à saúde emocional. Ter amigos e amigas é um componente chave da felicidade. Porque um amigo está sempre aí, além do tempo e espaço. O amigo escuta,
ajuda, desculpa, se alegra com os sucessos, lamenta as fracassos, protege, corrige, defende, acompanhada e incentivada.
E não pede nada em
troca. Um amigo é, sobretudo na
adversidade, compartilhando a dor, a dificuldade enfrentada, superando o desastre.
A
amizade tem também um componente social
importante. As relações de amizade que existem na sociedade são a consistência
moral da coexistência.
Por exemplo, os amigos estão oferecendo
ajuda na crise econômica para os seus amigos e amigas que estão passando necessidades.
O amigo compartilha a dor. Lembro-me de um
telefonema agradável que fez um
menino ao seu amigo
da alma:
- Ouvi dizer que você quebrou uma perna. Por
favor, me diga qual é, pois a mim estão doendo as duas.
Não
são corretos, em minha
opinião, os termos "bons amigos"
ou "maus amigos". Porque o primeiro envolve uma redundância e o segundo uma falsidade. Não pode haver
maus amigos, mas as más companhias.
Um amigo, por definição, é bom.
É
incrível a facilidade com que se mostra a traição e deslealdade na mídia.
- Mas esses dois,
não eram amigos? Como estão dizendo estas intimidades
tão agressivamente?
- É que pagar uma
boa quantia de dinheiro em público
pele. Eu o ouvi dizer
ao meu admirado Manuel Alcántara esta história significativa sobre o valor da amizade. Um filho pergunta
ao pai:
- Papai, quantos
amigos você tem?
- “Somente um", disse o pai.
-
Pai - diz
o filho - você perdeu a vida. Quão
importantes são os amigos e você só conseguiu fazer amizade com uma pessoa. A coisa mais importante na vida é ter muitos amigos.
- E você, quanto
você tem? - Pergunta o pai.
- Tenho mais de uma
centena de amigos.
- Tem certeza de que eles são amigos verdadeiros?
-
Claro, pai! Eles me dizem isso todos os dias.
O
pai da
criança propõe um teste para ver se
essas pessoas são seus amigos realmente.
Matarei um cordeiro, vou colocá-lo em um saco para que o sangue fique visível. O pai diz ao filho que deverá visitar as casas dos amigos
com o saco nas costas, dizendo-lhes que matou uma criança e que, por favor, o ajudem esconder o corpo que carrega e, acima de tudo, a escapar
da justiça.
Eles
assim fazem, a criança
vai à casa de seu primeiro amigo carregando o saco do qual escorria sangue.
- Eu matei uma
criança, me ajude por favor. Deixe-me
entrar em sua casa para esconder o
cadáver.
E o suposto amigo diz:
- Fora daqui, assassino,
miserável. Eu não quero problemas
com a justiça.
Vai à casa de outro
daqueles pretensos amigos e expõe
a dramática situação que está atravessando.
E obteve esta resposta:
- Se você fizer isso,
você não é meu amigo. Você é uma pessoa má, um
miserável. Esqueça-me. Não volte a dirirgir-me a
palavra. Nunca poderia imaginar que você fosse capaz de matar uma criança.
Assim sucede com todos eles. Um após o outro lhe dão com a porta na cara. Pensa, então, no único amigo de seu pai. E vai para casa com a mesma carga sobre os ombros. Ele repete a sua história sincera e
terrível. E obteve esta resposta:
- Venha depressa,
vamos enterrar o corpo no jardim.
Você pode se esconder em casa pelo tempo que você desejar. Conte
comigo para tudo que você precisar.
Ah, e vamos fazer o seguinte: não diremos uma única palavra a seu pai.
Aí está a amizade. Não apenas em ajuda, mas na renúncia de qualquer recompensa. Porque a amizade só pratica a generosidade altruísta e
ajuda em silencio.
Eu
sei que à história se podem colocar objecções éticas, mas o objetivo aqui é fazer
um tributo de amizade.
O difícil não é ter amigos. A parte difícil é saber como mantê-los. Isso exige sacrifício, generosidade e perseverança.
Porque a amizade é como uma planta
que, quando negligenciada, se não
se a proteger contra doenças e se não é
regada e seca e
morre. Há que reconhecer que a verdade sobre a amizade se demonstra com
o tempo.
Quantos
amigos de verão? Quantos amigos de uma viagem? Quantos de cursos?
Eles não eram amizades verdadeiras.
O fogo de uma amizade pode perder
brilho, mas sempre deixa brasas. Basta um pequeno sopro para avivá-lo. Os outros fenômenos são apenas fogos fatus.
A amizade tem que ser cultivada, tem que ser ativado de forma sincera e constante. É preciso esforço e sacrifício. Não admira que em tempos de individualismo, egoísmo, interesse excessivo, competitividade e obsessão
pela eficiência, as amizades sejam
efêmeras e superficiais.
Mas
o esforço necessário para fazer um amigo é sempre agradável. Nunca
esquecerei aquela cena. Uma
criança carrega nas costas
a um amigo mais velho que ele tem uma perna quebrada. Alguém que os vê diz
ao sofrido carregador, vendo o grande
esforço que faz:
- Pesa, hein?
E a resposta é um tratado sobre a amizade:
- Não, é meu
amigo!
Em
homenagem ao amigo argentino que me
pediu para escrever estas linhas eu
lembro de um provérbio chinês que
eu sempre gostei: “Recorre frequentemente ao jardim de seu amigo. Caso
contrário, a grama vai crescer
e você não poderá encontrá-lo com facilidade”.
"O difícil não é ter amigos..." - difícil é fazer o teste para saber quem são nossos verdadeiros amigos.
ResponderExcluirHoje todos são amigos! Mais de um? Olhe lá!
Gostei da tradução.
Boa iniciativa.
Boa semana.
Abraços.